El río Renaico surge en los cordones preandinos de la Cordillera de Pemehue, un cordón montañoso al occidente de los Andes. Su recorrido, con una extensión aproximada de 130 km., establece el límite natural entre las Regiones de la Araucanía y del Biobío. Su cuenca se extiende hasta que se une al río Vergara. El río Renaico y sus afluentes atraviesan las comunas de Mulchén y Nacimiento, en la Región del Biobío, y Collipulli, Angol y Renaico, en la Región de la Araucanía, Chile.
El río Renaico se ubica en el territorio de la nación mapuche, conocido como Wallmapu. Este territorio fue reconocido como independiente y de soberanía del pueblo mapuche por la Corona Española en 1641 (1), después de cien años de guerra, lucha y resistencia a la colonización.
Durante el siglo XIX, la república de Chile lleva a cabo una ocupación militar (2) en el Wallmapu. Esta termina con la anexión de sus territorios a la nación chilena. En esta misma época se gesta un interés por plantar árboles exóticos en suelos chilenos “para detener la erosión y proveer de madera y combustible a los centros urbanos y las actividades industriales” (3). La erosión se debió a la extensa deforestación de especies nativas que se venía desarrollando desde la colonización española. Entre los siglos XVI y XIX muchos bosques fueron quemados “para abrir terrenos de cultivo y despejar terrenos para pastoreo de animales domésticos”(4). Además, se talaron extensas áreas de bosque para la construcción de viviendas en los centros urbanos y para las actividades mineras de la naciente república. A principios del siglo XX, se inician las primeras plantaciones de eucaliptos y pinos en Chile. Con la fundación en 1947 de La Sociedad Forestal Mininco, en la región del Biobío, se da inicio a la dramática monopolización del territorio por donde fluye el río Renaico.
Actualmente, la industria forestal se desarrolla en Chile desde la Región del Maule a la Región de los Lagos. A pesar de ello, muchas personas están reforestando con árboles nativos. Por otra parte, la población mapuche continúa luchando por recuperar sus territorios y resistiendo a la violenta represión policial de parte de los sucesivos gobiernos chilenos desde la recuperación de la democracia en 1990.
En las riberas del río Renaico, en el sector de Collipulli, aún viven diversas comunidades mapuche, a pesar de los procesos de migración y la consiguiente disolución del tejido social.
(3) Historia y política de la gestión forestal en Chile a la luz del pino insigne (Pinus radiata). Invasiones biológicas en Chile: Causas globales e impactos locales. Pablo Camus, Sergio A. Castro & Fabian Jaksic. 2014
(4) Desde la era glacial a la industrial: La historia del bosque templado chileno. Juan Armesto, Carolina Villagrán, Claudio Donoso. 1994
‘Oro verde’: la invención del paisaje forestal en Wallmapu/Araucanía, sur de Chile. Miguel Escalona Ulloa & Jonathan R. Barton. 2021
El río Renaico es como una columna vertebral en nuestro territorio, ya que su existencia ha permitido el desarrollo y soporte de la vida: en suma, el río nos mantiene de pie. Esta columna vertebral de agua es un espacio donde se encuentran y se interrelacionan comunidades de seres humanos, de especies animales y vegetales, entre muchas otras. Comprendemos esta diversidad de forma integral y no fragmentada.
Hemos agrupado la descripción del socio-ecosistema del río Renaico por comunidades o temas para mejor comprensión de lectura:
1. Comunidad del bosque, de animales y fungi
2. Comunidad de aves
La mayoría de las especies que describimos a continuación se ubican en la Reserva Nacional Malleco.
El río Renaico es parte de lo que la ecología denomina como “bosque templado”. Este tipo de bosque se ubica en zonas de clima templado en ambos hemisferios (norte y sur) del Planeta, es decir: fuera de las zonas tropicales. Se caracterizan por tener abundantes precipitaciones y temperaturas bajas durante el invierno. Durante el verano, las temperaturas son cálidas y se producen precipitaciones menores. En Chile hay una gran diversidad de bosques templados, que se ubican desde la Región del Maule a la Patagonia (Regiones de Aysén y Magallanes). Ejemplo de ello son los bosques espinosos en la zona central, los bosques caducifolios por donde fluye el río Renaico. Allí se encuentran especies como el coigüe (Nothofagus dombeyi), el roble (Nothofagus obliqua) y el raulí (Nothofagus alpina). En el nacimiento del río Renaico se produce un tipo específico de bosque templado: el bosque caducifolio andino, donde se encuentran especies como la Araucaria araucana – a la que comúnmente conocemos como araucaria o por su nombre en mapudungun: pehuén.
Una característica importante del bosque templado en esta región del continente es que existe una gran cantidad de especies endémicas – es decir, cuya existencia natural se limita a este territorio específico. El 90% de árboles y arbustos, el 50 % de peces de agua dulce y el 76 % de anfibios presentes en estos bosques son especies que surgieron en esta región y/o no existen en otros lugares del planeta (1). Los bosques templados que se encuentran en Chile son además considerados como hotspots o puntos calientes de biodiversidad (2); o sea: lugares donde se encuentra una gran riqueza de especies bajo amenaza.
Los bosques cumplen un rol importante en el ciclo del agua. Las raíces de los árboles filtran sedimentos, evitando así que estos se acumulen en el fondo de los ríos y que el agua se contamine. Al mismo tiempo, esto hace posible que el agua circule libremente hacia los mantos acuíferos, transportando nutrientes que mantienen al suelo fértil. Las raíces son también barreras naturales que evitan que el suelo cercano a las riberas de los ríos se erosione, como sucede cuando hay una tormenta de lluvia. Por otra parte, los bosques propician la lluvia a través de la evapotranspiración (3), o sea la evaporación de las masas de agua (océanos, ríos, lagos, etc.) y la transpiración de las mismas plantas. Este proceso es determinante para el balance hídrico, la humedad y la regulación del clima.
En lo que se refiere a la vida humana, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) informó durante el 2022 que “los ecosistemas forestales y montañosos sirven como áreas de origen para más del 75% del suministro de agua renovable, abasteciendo de agua a más de la mitad de la población mundial” y que “las principales cuencas hidrográficas que experimentan una pérdida de cobertura arbórea superior al 50% corren un mayor riesgo de erosión, incendios forestales y estrés hídrico de base.” (4)
Las especies nativas que existen en el Renaico son las siguientes: Bagre (Diplomystes nahuelbutaensis), Bagre (Diplomystes. Camposensis), Bagre grande (Nematogenys inermis), Bagrecito (Bullockia maldonadoi), Bagrecito (Trichomycterus areolatus), Carmelita (Percilia gillissi), Cauque (Odontesthes mauleanum), Farionela (Aplochiton taeniatus), Farionela listada (Aplochiton zebra), Lamprea de agua dulce (Mordacia lapicida), Pejerrey del Loa (Basilichthys semotilus), Pocha de los Lagos (Cheirodon galusdae), Pocha del sur (Cheirodon australe).
Las especies no nativas que existen en el Renaico son las siguientes: Chanchito (Australoheros facetum), Gambusia (Gambusia spp), Doradito (Carassius carassius), 10 manchas (Cnesterodon decemmaculatus), Pez gato (Ameiurus nebulosus), Overito o Morraja (Jenynsia multidentata), Pocha o Morrajita (Cheirodon interruptus), Carpa china (Ctenopharyngodon idella), Carpa (Cyprinus carpio)
Comunidad de mamíferos
En la comunidad de mamíferos se encuentran especies como: huemul (Hippocamelus bisulcus), ratón lanudo común (Abrothrix longipilis), gato colocolo (Leopardus colocolo), ratón topo del matorral (Chelemys megalonyx), ratón topo valdiviano (Geoxus valdivianus), ratón de pie chico (Loxodontomys micropus), tunduco común (Aconaemys fuscus), pudú (Pudu puda), puma (Puma concolor), zorro culpeo (Lycalopex culpaeus), guiña (Leopardus guigna), chingue común (Conepatus chinga), quique (Galictis cuja), monito del monte (Dromiciops gliroides), viscacha de montaña (Lagidium viscacia), rata arbórea (Irenomys tarsalis), ratón olivaceo (Abrothrix olivacea), coipo (Myocastor coypus), degú de los matorrales (Octodon bridgesii), zorro chilla (Lycalopex griseus), huillín, nutria de río (Lontra Provocax).
Comunidad de reptiles
En la comunidad de reptiles se encuentran especies como: culebra de cola larga (Philodryas chamissonis), culebra de cola corta (Tachymenis chilensis), lagarto chileno (Liolaemus chiliensis), lagartija de vientre azul (liolaemus cyanogaster), lagartija pintada (Liolaemus pictus), lagartija lemniscata (Liolaemus lemniscatus), lagartija esbelta (Liolaemus tenuis), gruñidor del sur (Pristidactylus torquatus), lagartija de Schröeder (Liolaemus schroederi), lagartija de vientre anaranjado (Liolaemus pictus).
Comunidad de anfibios
En la comunidad de anfibios se encuentran especies como: ranita de darwin (Rhinoderma darwinii), sapo de barros (Alsodes barrioi), rana arbórea (Hylorina sylvatica), rana moteada (Batrachyla leptopus), sapo de cuatro ojos del sur (Pleurodema bufoninum), sapo de cuatro ojos del norte (Pleurodema thaul), rana de ceja (Batrachyla taeniata), rana chilena (Calyptocephalella gayi).
La flora y la fauna que habitan en un territorio no solo tienen sentido en dar belleza al paisaje, sino que también cumplen funciones esenciales en cada uno de los ecosistemas en los que viven. Cuando comenzamos a reconocer cada forma de vida en nuestro entorno, no solo nutrimos nuestro conocimiento de la naturaleza, sino que también logramos comprender mejor nuestro territorio y enriquecer nuestra identidad.
A orillas del río Renaico, ubicado en la comuna del mismo nombre, se hallan bellos y variados ecosistemas que brindan escenarios perfectos para pasear en familia. Así mismo, para hallar interesantes especies de aves cuyas poblaciones han disminuido notoriamente a causa del ser humano. Aun así, resisten gracias a todo lo que la cuenca del río Renaico entrega. Su recorrido de este a oeste no es menor, por lo que la diversidad de aves que podemos encontrar en su ribera es bien variada, recibiendo o despidiendo algunas especies según la estación del año.
La ribera del río Renaico brinda refugio y alimento a algunas especies como el martín pescador (Megaceryle torquata stellata), la garza cuca (Ardea cocoi), la garza grande (Ardea alba), el churrete (Cinclodes patagonicus), y el pato anteojillo (Speculanas specularis). Estas aves pasan gran parte del tiempo en la ribera o en el agua misma, siendo importantes reguladores de poblaciones de invertebrados, anfibios y peces presentes en el río. Además de esto, algunas destacan por su belleza, como lo es el caso del martín pescador, un ave muy atractiva y de gran interés para quienes practican el avistamiento y la fotografía de aves, por lo que estas especies también podemos considerarlas como un importante atractivo turístico para la comuna.
En los ecosistemas adyacentes a la cuenca podemos encontrar algunos humedales que mantienen vida durante todo el año. Las especies que residen en este tipo de espacios guardan una estrecha relación co-evolutiva con el resto de las formas de vida que hay allí, por lo que la inminente desaparición de estos sitios no solo podría afectar la supervivencia de una especie, sino que de varias. Así es como podemos encontrar aves como el run run (Hymenops perspicillatus), el bailarín (Elanus leucurus), la bandurria (Theristicus melanopis) y el treile (Vanellus chilensis) frecuentando los espacios que brindan estos terrenos húmedos, en donde no solo encuentran su alimento, sino que también son excelentes sitios para criar a su descendencia.
En el trayecto de este afluente también se hallan numerosas vegas que poseen las características ideales para que aves como el pequén (Athene cunicularia) puedan localizar una madriguera en donde refugiarse. La perdiz chilena (Nothoprocta perdicaria), el zorzal (Turdus falklandii) y la tórtola (Zenaida auriculata) son algunas de las especies que existen en estos sitios. Sin duda alguna, la mayor variedad de aves se da en el grupo de las paseriformes – aquellas que comúnmente llamamos “pájaros” y que tienen pequeño tamaño, grandes alas y patas de cuatro dedos. Entre ellas, se cuentan aquellos que se mueven en grandes bandadas y que en primavera deleitan con su canto a cualquier persona que las pueda contemplar por un momento: la diuca (Diuca diuca), el chincol (Zonotrichia capensis chilensis), la loica (Leistes loyca), el chirihue común (Sicalis luteola), el tordo (Curaeus curaeus) y el jilguero (Spinus barbatus).
A pesar de la continua intervención humana que se ha dado en este río, aún se conservan algunos relictos de bosque nativo, generando algunos parches de estos importantes ecosistemas boscosos en los que habitan especies como el concón (Strix rufipes), el peuquito (Accipiter chilensis), el aguilucho de cola rojiza (Buteo ventralis) y el aguilucho chico (Buteo albigula), quien llega de visita todos los veranos. Estas aves rapaces, a pesar de ser especies diferentes entre sí, comparten una característica: son especialistas del bosque. Esto quiere decir que su relación con el bosque nativo es mucho más estrecha que en comparación con otras aves. Por eso es que es muy importante proteger y restaurar el bosque nativo de la cuenca del río Renaico.
La presencia o ausencia de estas aves es un claro indicador de la salud del ecosistema, ya que al ubicarse en la cima de las tramas tróficas – que se relaciona con la red alimentaria de las especies -, cumplen la importante función de regular las poblaciones de aquellos organismos que forman parte de sus dietas.
El río Renaico es el hogar de una rica biodiversidad que necesita urgentemente ser protegida, puesto que el avance del extractivismo sobre este territorio ha ido cambiando súbitamente la configuración del paisaje. Es importante que la comunidad demuestre interés en conocer la vida silvestre de esta cuenca, ya sea por iniciativas propias, así como por las de organizaciones de la sociedad civil como el “Colectivo social Salvemos el río Renaico”.
Cuidar nuestro entorno es una tarea de todas y todos. Cuando conocemos en detalle lo que en él habita, entendemos que hay motivos de sobra para preservarlo para las futuras generaciones.
El caudal del río Renaico es del tipo pluvial, esto quiere decir que su mayor fuente de alimentación son las lluvias y precipicationes, por lo que su volumen aumenta durante el invierno. Tradicionalmente, el clima de esta región es del tipo templado oceánico lluvioso, esto quiere decir que las estaciones son bien diferenciadas: llueve bastante durante el invierno y esporádicamente en verano. Pero esta región, como todo el país, está afectada por una sequía que lleva catorce años consecutivos. Los veranos son cada vez más largos, calurosos y secos; los inviernos cada vez más cortos y secos.
Las aguas del río Renaico son extraídas principalmente para el desarrollo de la industria forestal y para el riego de extensos predios agrícolas. En menor medida, las aguas están destinadas al consumo humano y al riego de cultivos de los pequeños campesinos. Dichos usuarios están organizados en lo que en Chile se llama Asociaciones de Agua Potable Rural (APR) (1).
(1) Asociaciones de agua potable rural (APR): se trata de organizaciones sociales reconocidas por la institución estatal, quienes operan y administran los servicios de agua potable y sanitarios en un área geográfica delimitada. https://doh.mop.gob.cl/SSR/index.html
La palabra Renaico viene del mapudungun (o mapuzungun) “Renaiko”, lengua del pueblo mapuche.
A continuación presentamos interpretaciones y traducciones de la palabra al idioma español de manera simple, comprendemos que es muy complejo “traducir” una lengua indígena por la diferencia cultural y concepción del mundo que esto implica en la vivencia de una lengua.
Para Juan Ñanculef, lingüista mapuche que investiga el mapudungun, la palabra Renaiko está compuesta por dos palabras: Renai y Ko. Renai traducido al español, es un verbo que expresa el brotar de mucha agua de forma natural, o sea sin intervención de nadie, y ese brotar es horizontal. La palabra Ko se traduce como agua.
El “brotar de mucha agua” en este territorio tiene mucho sentido, porque el río Renaico se asocia a diversas formaciones hídricas, tales como el río Negro, el río Amargos, el río Vergara, el río Mininco, el estero Tijeral, la quebrada Infiernillos, el estero Quilquihuenco, el estero Huapitrio, entre otras.
Otra teoría sobre el origen de la palabra Renaico se encuentra en el llamado Grafemario Azümchefe (1), un sistema de escritura del mapudungun. En este grafemario, la palabra Renaico se traduce al español como “agua de cueva, de vertiente, o de manantial”. Esto, a raíz de que en la época de la ocupación de la Araucanía llevada a cabo por Cornelio Saavedra, los mapuches se refugiaban o instalaban sus hogares en cuevas formadas en la ribera del río. Por otra parte, se relaciona la palabra “cueva” al río Renaico, ya que en la cosmovisión mapuche, los Ngen – Ko (2) habitan las cuevas formadas bajo el río. Los Ngen – Ko se traducen al español como espíritus del agua.
Las problemáticas que enfrenta el río Renaico son variadas, pasando por un contexto global de sequía, pero agudizado por la excesiva extracción de caudal por parte de empresas y grandes canalistas, entre ellas CMPC (quien tiene derechos “consuntivos” de 1700 litros por segundo) y Forestal Mininco, quienes además históricamente han contaminado fuentes hídricas de la comuna, por ejemplo el estero Tijeral, importante fuente hídrica para el riego de cultivos de pequeños campesinos.
Forestal Mininco y CMPC [1] son empresas que pertenecen al Holding Matte, que es propiedad de una de las tres familias más poderosas e influyentes del país, según la revista Forbes. Su rubro económico se basa en la producción de celulosa y la explotación de miles de hectáreas de territorio (principalmente ancestral, que en la actualidad reivindica como propio el pueblo mapuche en la zona centro/sur de Chile) con la plantación de especies exóticas Pinus radiata (pino) y Eucalyptus globulus (eucalipto), especies que tienen un consumo diario de unos 20 litros de agua aproximadamente.
Se suma además el deterioro de la cuenca por extracción de áridos, actualmente, para la edificación de parques eólicos en el territorio, constituyendo un total superior a 300 torres generadoras de energía, cuya instalación ha roto decenas de napas subterráneas. En este contexto, las autoridades locales no asumen un real compromiso con el entorno, puesto que en la actualidad el Plan de Desarrollo Comunal manifiesta explícitamente su compatibilidad con iniciativas energéticas “verdes”, lo que en cierta medida ha repercutido en la comunidad y ha confundido a los vecinos [2].
La energía producida por estos megaproyectos es inyectada al Sistema Interconectado Central con el objetivo de que se distribuya a la población y a los distintos sectores productivos. Pero si analizamos los datos entregados por el Anuario Estadístico de Energía elaborado por el Ministerio de Energía en 2020 (3) encontramos lo siguiente:
Durante el año 2020 la demanda del sistema alcanzó su máximo registrado durante la última década, siendo de 44 %. Si este porcentaje lo tomamos como un 100 % independiente, corresponde a, un 16 % de uso residencial, un 37 % al sector minero y el porcentaje restante a otros sectores productivos ligados a la industria. Es decir un 56 % de la capacidad instalada en Chile no es utilizada para sus objetivos.
Según las autoridades (4) este excedente de generación eléctrica está relacionado con fuentes renovables con las cuales el Gobierno y las empresas del sector tienen planeado producir hidrógeno verde para exportar a otros países. Según estas estadísticas comprendemos que la energía generada por los parques eólicos instalados en Renaico no se destina al consumo nacional de energía.
Además, surge un inminente brote de “didymo”, que es un alga de aguas que produce cambios en la calidad del agua y alteración del hábitat existente, afectando la biodiversidad que impide el crecimiento de otras algas, disminuye o hace desaparecer marcoinvertebrados (insectos, crustáceos y caracoles acuáticos, entre otros) y aqueja las áreas de alimentación y reproducción de peces.
Entro otros, el Proyecto Hidroeléctrico de Pasada Agua Viva se pretendía instalar a pocos kilómetros de nacimiento del afluente. Este padecía de una serie de irregularidades, debido a que se intentaba situar en una zona con alta densidad de flora, fauna y fungi sujeta a protección. Su bocatoma (o represa) se encontraba estimada a 500 metros de la Reserva Nacional Malleco, y cerca de 1 kilómetro de caudal de río -de los 4,7 kilómetros que quedarían al descubierto- forma parte de la misma área, que además estaba inserta dentro de la Reserva Biosfera Araucaria reconocida internacionalmente por la UNESCO. Este proyecto ingresado el 2013, se encontraba aprobado (2017) por el Servicio de Evaluación Ambiental, y sufría -entre otras las ilegalidades- de la omisión de Consulta Indígena, hecho que mantenía a las comunidades Mapuche situadas principalmente en el sector Miguel Huentelén (Collipulli) movilizadas por la defensa del río Renaico. Sin embargo, el año 2021 esta central hidroeléctrica fue desestimada por la propia empresa titular -denominada Agua Viva S.A.- debido a la gran movilización social.
[1] Empresas CMPC, conocida también como La Papelera, es un holding forestal y papelero chileno controlado por la familia Matte.
[2] PLADECO 2016-2020: Señala como objetivo “Fomentar la diversificación de la matriz energética regional, favoreciendo la utilización de fuentes de Energías Renovables No Convencionales (ERNC) y el uso eficiente de la energía.” Último punto de los objetivos específicos del lineamiento “Desarrollo Sustentable de Ciudades y Territorios” en la tabla número dos que indica los “Lineamientos estratégicos y objetivos específicos de la EDR (Estrategia de Desarrollo Regional)”, en la página 113 del PLADECO 2016-2020.